Peña Negra y Valle del Corneja

Las maravillas de la Sierra de Gredos

La Sierra de Gredos forma parte del Sistema Central que divide en dos a la meseta. El paisaje serrano  compuesto de pastizal, piornal,  pinar y  cañas verdes, abriga una gran variedad de especies animales, como el zorro, la nutria o el jabalí, además de otras endémicas como la cabra montés de Gredos. Es un área de especial interés ornitológico, pues viven al menos 134 especies de aves, en particular rapaces.

El paisaje de Gredos, ha sido trabajado por los glaciares dejando sus huellas en forma de morrenas, gargantas y lagunas. Es un lugar idóneo para estudios geológicos, escalda y alpinismo. La ruta que proponemos une el interés paisajístico y monumental por el valle del Corneja.

Vista de San Martín de la Vega Alberche

El punto de partida es la localidad de San Martín de la Vega del Alberche, pueblo típico de montaña. Nos dirigiremos hacia el Oeste remontando el curso del río Alberche hasta su nacimiento, que se encuentra en la zona más alta del recorrido.

Llegaremos a La Herguijuela, pueblo que conserva interesantes ejemplos de arquitectura popular como la Plaza Mayor con pórtico, portalones con techo de piorno o las casas balconadas y los tejados alargados hacia el sur. Desde el campanario de su iglesia, Nuestra Señora de los Ángeles, podemos admirar el pueblo y la Serranía.

Continuaremos subiendo el Puerto de Peña Negra, a 1.909 metros de altitud, una de las mejores zonas de vuelo libre de la Península que permite contemplar las dos vertientes de la Sierra de Villafranca. Una serpenteante carretera de bajada  nos conducirá hasta Piedrahita.

Puerto de Peña Negra

En esta localidad visitaremos el Palacio de los Duques de Alba, del siglo XVIII que da un toque francés al paisaje. Un paseo por la Plaza Mayor nos descubre la policromía de las casas y la fuente en forma de bulbo que se levanta en el centro.

Seguiremos el curso del río Corneja y nos desviaremos a Bonilla de la Sierra. Esta bonita villa hace honor a su nombre, pues conserva varios tesoros arquitectónicos. Entramos por su puerta occidental, que conserva restos de la muralla, testimonio de su pasado defensivo, al igual que el castillo.

Castillo de Bonilla de la Sierra

La Plaza Mayor está porticada de balcones, y en el centro se alza la iglesia, de estilo gótico, declarada monumento Histórico-Artístico.

Nuestro recorrido continua por Villafranca de la Sierra, y antes de llegar a Navacepedilla de Corneja, visitaremos el molino del “Tío Alberto”, que ha permanecido activo hasta hace muy poco tiempo, junto con los otros 19 molinos que trabajaban en este tramo del río Corneja.

Molino del Tio Alberto

Más adelante volvemos a encontrar un puerto, el de Chia , que separa la Serrota de la Sierra de Villafranca y ofrece una singular visión del Alto Alberche. Este es el último tramo de nuestro recorrido que nos devolverá a nuestro punto de partida, San Martín de la Vega.

Sierra de Villafranca

Recuerden que el recorrido lo realizamos por  una zona de especial proteccióny debemos respetar las normas establecidas.

Autor: Nieves Alonso

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Las Rías Baixas. Un capricho del mar

Si tuviéramos que elegir algunas de las costas de nuestra Península, donde el mar se abre camino con la altivez de las olas marinas que se desgarran al estrellarse contra ellas en busca de cobijo tierra adentro, sin duda serían nuestras costas gallegas.

En esta ocasión, nuestro viaje nos lleva hasta el sector meridional del litoral gallego, donde el océano penetra hacía el interior, formando amplias bahía. Al sur de cabo Fisterra y la ría de Corcubión, los estuarios son de tal envergadura que se diría que el mar y la tierra se funden en un abrazo.

Son las rías de Muros, Noia, Aurosa, Pontevedra y Vigo, y el estuario del Miño. La diversidad de accidentes geográficos, crean espacios diferentes junto a las comunidades de seres vivos que se alojan en ellas.

Estuario del Miño

La visita del otoño se anuncia con un recrudecimiento del tiempo atmosférico. Los primeros fríos hacen acto de presencia junto a las borrascas que cruzan el Atlántico. El mar, haciendo gala de su fortaleza, castiga las costas y en algunos casos, como el de la península de Muros, las puntas dos Remedios y de Lens, apenas logran defender sus playas de Carnota y Louro.

Las arenas forman largos cordones dunares, de hasta 5 kilómetros en la de Carnota, embalsando agua que forman lagunas costeras. En sus carrizales y juncales durante el otoño e invierno encuentran cobijo numerosas garzas, ánades, rascones o fochas. No muy lejos de Carnota, el río Xallas desemboca en la playa de Ezaro, arrojándose al mar por un acantilado de 100 metros de desnivel.

Dunas A Ladeira

Al sur de la ría de Muros e Noia, junto al cabo Corrubedo, aparece como una diosa de arena, la duna de Ladeira, junto a las lagunas de Carregal y Carreira, que en este caso dejan paso al mar por un estrecho canal. Ambas acumulan las aguas del río Arlés, que desciende desde el pico Curotiña, a 498 metros de altitud, desde aquí obtendremos unas magníficas vistas en plena sierra de Brabanza.

Tras el cabo Falcoeiro y las islas de Sagres aparece la ría de Aurosa, una gran bahía abierta repleta de penínsulas interiores. Durante este periodo otoñal, sus cielos se ven surcados por cormoranes, gaviotas sombrías, charranes o alcatraces que cumplen su ciclo migratorio.

mariscadores en O Grove

La península de O Grove, unida a tierra firme por el arenal de A Lanzada, de aguas reposadas, es un excelente lugar para faenar los mariscadores. Además es un refugio de aves que se ven en raras ocasiones, como los colimbos árticos, los negrones o las havelas.

Las riquezas en nutrientes de las aguas del interior de las bahías gallegas, generan una alta productividad en los cultivos de un exquisito molusco que entre otros degustaremos en este inolvidable viaje, nos referimos al mejillón, que aquí se cultivan en bateas, plataformas flotantes de madera de eucalipto, de las que cuelgan decenas de cuerdas donde se depositan los mejillones jóvenes y crecen hasta alcanzar el tamaño idóneo.

Y seguiremos recreándonos con visiones inigualables. Desde la rompiente de Punta Faxilda, entre las playas de A Lanzada y la de Pocinas,  los atardeceres otoñales nos regalan la más bella panorámica mirando hacia el sur.

Punta Faxilda

La isla de Ons y las tres del archipiélago de las Cíes, descansan sobre el horizonte, y en el cielo… se dibujan las gaviotas por encima de los picachos. Las islas Cíes son el paraíso para más de 12.000 parejas de estos ejemplares, junto con las pardelas pichonetas y los majestuosos alcatraces, alguno de los cuales permanecen buena parte del invierno.

Gaviotas en isla de Oms

Al termino de este viaje, el cual despertará nuestros cinco sentidos, no nos quedará más que sentir, la paz y la tranquilidad que regala la naturaleza y comprenderemos un poquito más, la morriña de todo gallego por su tierra natal. Nosotros la sentiremos también, hasta que volvamos de nuevo a estos bellísimos parajes.

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros, lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mi murmuran y exclaman……

Autor: Nieves Alonso

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Somiedo, santuario del oso pardo cantábrico

El Parque Natural de Somiedo es el espacio natural que mejor representa los valores naturales y etnográficos de la montaña asturiana. Su quebrado territorio de profundos valles, altas cumbres y bosques perfectamente conservados lo convierten en el santuario de una de las especies más perseguida durante largo tiempo y en grave peligro de extinción, el Oso Pardo.

Los límites del Parque coinciden con los del territorio que abarca el concejo que le da nombre, situado en el sector centro-occidental de la montaña asturiana, y donde se distinguen cuatro valles principales surcados por los ríos Saliencia, Valle, Somiedo y Pigüeña. Junto a ellos se pueden diferenciar otros valles secundarios, como el del Puerto, Aguino, Las Morteras o la Bustariega.

En las zonas más abrigadas y a veces colgados de empinadas laderas 38 pueblos se dibujan en el accidentado relieve somedano. Son aldeas pequeñas y tranquilas que todavía conservan muestras de la arquitectura tradicional, pero debido al fenómeno de la despoblación en su conjunto tan sólo suman unos 1.600 habitantes.

El conjunto montañoso de Somido, reúne tras los Picos de Europa y el macizo de las Ubiñas, las cumbres más altas de la montaña astur. Su techo está en el Cornón con 2.194 metros de altitud, le siguen de cerca la Peña Orniz, los Picos Albos y el Mocosu. La acción glaciar y kárstica han generado al pie de algunas de estas cumbres, las cubetas y circos que acogen a los famosos lagos de Somiedo. El mayor de todos ellos y de Asturias es el lago del Valle.

Entre las cumbres y los valles… los frondosos bosques atlánticos que en esta época otoñal se visten de verdes, dorados, rojos y ocres, todo un lujo para quien pueda visitarlos en está estación. Y en este reducto, el oso pardo, rey de la montaña asturiana, vive tranquilamente, gracias a que algunas zonas son de uso restringido y está prohibido el acceso.

El Oso Pardo, es el animal más emblemático de Somiedo. Perseguido durante siglos pudo sobrevivir en estos rincones agrestes y apartados, gracias a las medidas de protección de la especie. En la actualidad el Parque Natural de Somiedo, junto con el Parque Natural del Narcea, Degaña e Ibias son el refugio de este animal totémico para los montañeses asturianos, del que sólo sobreviven unos 100 ejemplares.

Junto a los lagos, bosques y osos, hay algo que hace de Somiedo un territorio realmente único, el conjunto de Brañas de Corro y cabañas de Teito, asociado a una milenaria cultura pastoril que se mantiene vigente en el siglo XXI. La forma de utilizar  los pastos y  de manejar el ganado como antaño, ha generado unos modelos de arquitectura tradicional que se mantienen vivos en las brañas somedanas.

Las construcciones son similares a los primitivos castros prerromanos. Sus paredes de piedra seca aparecen rematadas por una techumbre compuesta por una estructura de vigas de madera que están tapizadas con una cubierta o teito, preferentemente de escoba o de otro arbusto parecido, su colocación se conoce con el nombre de teitado.

Los teitos resultan impermeables y pueden soportar las nevadas tan frecuentes en estas montañas. El conjunto de cabañas de teito conforma una Braña vaqueira, junto con prados de siega, fuentes, abrevaderos para el ganado y las olleras, fresqueras hechas de piedra en las que se guardaban las ollas de leche.

Las cabañas son de planta rectangular, con la cuadra en la única planta y el henil en el desván. Junto a la cuadra un reducido habitáculo donde pasaba la noche el brañeiro. Las brañas eran utilizadas durante la primavera y el otoño, ya que en el invierno el ganando era bajado al pueblo y en verano pastaba a mayor altitud.

El patrimonio natural de Somiedo, que le ha valido para la declaración de Parque Natural se ha visto incrementado con la conservación de la diversidad biológica, la conservación de los valores culturales y el aprovechamiento sostenible de sus recursos naturales, por lo que fue declarado en el año 2000 Reserva de la Biosfera.

Este recorrido nos ha vuelto a poner en contacto con la naturaleza más salvaje y a la vez mejor conservada por el hombre, todo un regalo a nuestro alcance para estos meses otoñales. Viajar hasta Somiedo no nos dejará indiferente.

Autor: Nieves Alonso

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El paisaje pirenaico navarro

Frondosos bosques y valles siempre verdes, marcan el paisaje de la Navarra húmeda, influenciada por los Pirineos Atlánticos. Hacia el occidente, aproximándose al mar Cantábrico, las cumbres pierden altura. En la zona oriental se ubican los picos más agrestes y elevados, y es donde encontramos la cima más alta de Navarra” La Mesa de los Tres Reyes”.

Es a un idílico valle que se abre en la comarca de los Pirineos Atlánticos donde vamos a viajar. Pasear por sus pueblos, visitar el patrimonio histórico- artístico o disfrutar de un entorno natural incomparable son algunos de los placeres que encontrará el viajero en el “Valle de Baztan”.

Si queremos admirar la ordenación del amplio valle; los pueblos, las montañas o los caseríos desparramados por los rincones y laderas, es ineludible la visita al mirador del Baztan, uno de los más visitados de Navarra. Dependiendo de la época del año las tonalidades y coloridos varían, dejando un nuevo paisaje a descubrir.

Todos los pueblos baztaneses tienen un peculiar encanto. Las casas señoriales con balconadas de madera que recorren la fachada, tejados con amplio alero y puertas de doble arco adornan con elegancia a cada uno de ellos.

Pero las construcciones que más destacan en el valle son las numerosas torres medievales de linaje y los palacios renacentistas y barrocos testimonio de los indianos y servidores de la Corte de Madrid que obtuvieron un titulo nobiliario.

El pueblo de Irurita conserva la torre de Dorrea, originaria del siglo XV, varias casas palacios terreadas y una torre medieval restaurada e incorporada al palacio del marqués de Casa Torre, del siglo XVIII.

En la capital del valle, Elizondo, las casas palaciegas y señoriales adornan la calle mayor, destacando el palacio barroco de Arizkunenea, donde esta ubicada la Casa de la Cultura y la casa Puriosenea o “de los moros” donde se ha instalado el Museo Etnográfico Jorge Oteiza.

Arizkun, es un pueblecito donde el viajero debe detenerse y curiosear pausadamente. Perderse por las calles, admirar la iglesia porticada, las casonas, el Convento e iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, de estilo barroco o el palacio Iturraldea con su enorme alero tallado. A la salida del pueblo la torre de Ursua escolta al bello barrio de Bozate.

Arizkun, es un pueblecito donde el viajero debe detenerse y curiosear pausadamente. Perderse por las calles, admirar la iglesia porticada, las casonas, el Convento e iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, de estilo barroco o el palacio Iturraldea con su enorme alero tallado. A la salida del pueblo la torre de Ursua escolta al bello barrio de Bozate.

Los últimos pueblos que vamos a visitar, aunque son muchos más y de singular belleza los que conforman el valle de Baztan, son: Urdazubi, que conserva el regio monasterio de San Salvador; Urdax, donde el viajero podrá visitar las espectaculares cuevas de Ikaburu, una gruta formada por el río Urtxuma.

Y Zugarramurdi, localidad famosa por sus cuevas. Cobijos donde las brujas celebraban los akelarres que dieron lugar al sonado proceso de la Inquisición contra la brujas de Zugarramurdi.

Finalizado el recorrido es menester que el viajero descanse y tome sustento y en las tierras que estamos la oferta es tentadora. La ternera del Baztan, los platos elaborados con cordero, las setas de temporada, la paloma de pasa o las inexcusables alubias rojas, son algunas de las apetecibles viandas que podemos degustar.

No olviden dejar un hueco a los postres, quesos, cuajada o requesón son algunas de las excelencias gastronómicas que nos ofrece la cocina Navarra.

 

 Autor: Nieves Alonso

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La comarca de Las Hurdes

Una tierra sin tierra

En el extremo norte de la provincia de Cáceres  lindando con Salamanca ,entre la Sierra de Gata y el río Alagón, se sitúa la comarca de las Hurdes. Una comarca llena de contrastes e inolvidables paisajes de la que Miguel de Unamuno dijo»Si en todas las partes el hombre es hijo de la tierra, en las Hurdes la tierra es hija de los Hombres».

Con una extensión de 471 kilómetros cuadrados, está dividida en cinco municipios, Pinofranqueado y Caminomorisco, situados al sur, Muñomoral en el centro de la comarca, Casares de Hurdes y Ladrillar al norte, estos municipios agrupan a 35 alquerías.

Encontraremos magníficas vistas, paisajes de enebros, jaras y tejos, escarpadas hondonadas, arroyos que se precipitan al vacío y riachuelos que serpentean entre cámbricos pizarrales, todo ello con un clima templado y húmedo que favorece el cultivo de frutales en terrazas con cerramiento de pizarra.

Esta tierra sin tierra asombra a quienes se acercan por primera vez a ella, los valles escondidos donde el oscuro azul de la pizarra asoma entre los verdes matorrales, es también tierra de lucha constante, sus pobladores intentan superar las dificultades de vida y de adaptación al medio natural sacando partido de las escasas posibilidades de cultivo.

La casa tradicional hurdana, sobria y sobrecargada de pizarra posee esquemas circulares que nos recuerdan a los castros celtas, en nuestro recorrido nos daremos cuenta de la sencillez de sus formas, las paredes desnudas potencian aún más la sensación de austeridad. Los muros se levantan piedra sobre piedra, sin más argamasa que su propio peso, pero con una consistencia que evita el desplome.

En este viaje visitaremos las principales localidades de esta singular comarca. La Aldehuela, destaca por su arquitectura hurdana y por su gastronomía, Asegur, donde las viviendas de pizarra y mampostería hacen de este pueblo uno de los más típicos y atractivos del lugar, en la localidad de Cambocino, podremos visitar la Iglesia de Santa Catalina, llamada también de Las Lanzas.

Caminomorisco es el pueblo más grande de la comarca de las Hurdes, en las edificaciones destacan los aleros y balcones de madera. Cerca de este municipio se encontraron restos de la Edad de Bronce, también posee una bella piscina natural.

Es en Casar de Palomero donde nos sorprenderá el barrio judío ,Los Barreros, un barrio árabe, Hanete y otro cristiano donde se levanta la Ermita del Cordero. Posee también dos iglesias del siglo XVIII, la iglesia de la Inmaculada Concepción y la del Espíritu Santo.

En Casares de Hurdes, nos deleitaremos con los paisajes, debido a su situación geográfica. El Gasco nos ofrece unas magníficas construcciones de pizarra y bancales, además de los típicos productos artesanales como las cachimbas de madera y rocas volcánicas. Muy cerca de esta alquería se encuentra el Chorro de la Miacera, la cascada más sobrecogedora de las Hurdes.

Erias es un pueblo de origen prehistórico y posee un arco típico hurdano. A orillas del río Malvellido se levanta el municipio de La Fragosa. En Ladrillar hallaremos una cueva excavada en la roca de pizarra y una importante artesanía de cestería. Cerca de la Garganta llamada de la Sierpe se encuentra la bella alquería de Martilandrán .

Pinofranqueado es lugar donde se celebra la famosa fiesta de «La Enrramá» declarada de Interés Turístico Nacional. En su Plaza Mayor la iglesia de Nuestra Señora de Encina, reformada en el siglo XVIII. También es digna de visita la bella piscina natural en el río de los Ángeles.

Otros pueblos como Nuñomoral, Las Mestas, Ovejuela o Riomalo de Abajo nos ofrecen unas preciosas vistas donde se puede admirar la grandeza de esta comarca.

Y para no despreciar las delicias gastronómicas que nos ofrece la zona, nada mejor que sentarnos a la mesa y recrear el paladar con  un cabrito a la brasa o al ajillo, una ensalada de limones o las castañas con leche (Socochones), exquisitos platos para en buen yantar. Mención especial merecen los productos típicos de la tierra, como el polen o la miel.

Autor: Nieves Alonso

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