La localidad de Getaria, es la que da nombre a la Denominación de Origen Chacolí de Getaria, junto a Zarautz y Aia, son los municipios donde se sitúan los viñedos de este típico caldo guipuzcoano.
La localidad de Getaria, es la que da nombre a la Denominación de Origen, Chacolí de Getaria, y junto a Zarautz y Aia, son los municipios donde se sitúan los viñedos de este típico caldo guipuzcoano.
Un caldo elaborado completamente con uvas autóctonas, de la variedad Hondarribia zuri, para los blancos y Hondarribia beltza para la escasa elaboración de tintos.
La extensión de los viñedos a aumento a lo largo de los años llegando a producir más de un millón doscientos mil litros de chacolí. Pero el aumento no ha sido solo cuantitativo, la calidad de estos vinos, en su día prohibidos para la liturgia, los ha convertido en excelente compañeros de pescados y mariscos.
En la actualidad la Denominación cobija diecisiete bodegas, seis en la localidad costera de Zarautz, una en Aia y diez en Getaria, Sede del Consejo Regulador.
La visita que vamos a realizar es a las dos localidades que guardan el mayor número de bodegas. Iniciamos el recorrido en Getaria, una bella localidad cuyas casas adornan la falda de una colina que desemboca en el puerto y en la isla de San Antón, llamada el ratón de Getaria.
Nos dirigimos a la plaza Karraspona, desde donde tenemos unas excepcionales vistas del puerto. En los alrededores se encuentran la casa-torre de los Zarautz y la iglesia de San Salvador, además de excelentes restaurantes donde poder degustar el pescado por excelencia…el exquisito rodaballo.
Y para poder disfrutar de los afrutado chacolís, nada mejor que acercarnos a algunas bodegas como la de Azmetoy, Aizpurua o la bodega Txomin Etxaniz cuya visita nos hará entender a la perfección lo que es el chacolí.
Ubicada en una colina con el mar de fondo, la bodega Txomin Etxaniz elabora sus vinos en un bello edificio del siglo XV rodeado de cepas centenarias.
Y a unos cuatro kilómetros por carretera costera encontramos nuestro siguiente destino, la tradicional localidad veraniega de Zarautz. Aunque carece de puerto, su playa es una de las más bellas de la Península, no en vano la eligió el restaurador Karlos Arguiñano para ubicar su restaurante.
El casco antiguo de la localidad nos muestra edificios como el Palacio de los Narros, el principal de la villa, o la Torre Luzea, originaria del siglo XV es un magnífico ejemplar de estilo gótico militar.
De sus bodegas, dos son las más emblemáticas, Eizaguirre y la bodega Talai Berri. Esta última la podemos visitar y despedir nuestro viaje brindando con un afrutado y frío chacolí.